Hemos visto como aquel pequeño gatito ha ido creciendo y convirtiéndose no solo en un gran amigo, sino en un ser inteligente y sabio. Tener un gato senior, es como tener Un abuelo en casa.

Y ahora…ha llegado la hora de reconocer que nuestro gato se ha hecho no solo más sabio…sino también mayor.

Y es un hecho del que nos tenemos que hacer a la idea…y adaptarnos a los cambios que nuestro «abuelo» va a tener.

 

 

 «Este post lo escribo no solo desde el punto de vista médico como veterinaria que soy, sino desde el punto de vista de propietaria, por la experiencia que me ha ofrecido tener a mi lado un gato mayor»

Comencemos por saber: ¿Qué edad tiene nuestro gato?

La vida media de un gato en los últimos años ha aumentado mucho y actualmente no es raro ver gatos de 12 o 16 años.

El gato más viejo del Mundo llegó a vivir 32 años y su nombre era Nutemeg.

 

 

 

 

 

 

El primer año de vida de un gato, equivale a 15 años de una persona joven, el segundo año es como si tuviera 24… y a partir de ahí se van sumando 4 años por cada año de vida del gato. Aquí os dejo una tabla donde os será más fácil  calcular la vida humana de vuestro gato.

Un gato mayor pasa por 4 Etapas:

7 – 10 años: Mayor

11 – 14 años: Senior

Mas de 14 años: Geriátrico

Sufren en Silencio

Los gatos mayores al igual que nos pasa a las personas, empiezan a experimentar dolencias propias de su edad, sin embargo, fuera de quejarse…tienden a ocultar sus problemas físicos, consiguiendo de esta forma «ocultar su debilidad»

Se van adaptando a los cambios poco a poco…y a la vista del propietario, pueden pasar desapercibidos sino estamos atentos.

¿Qué debemos vigilar?

Bien… una vez que ya nos hemos hecho a la idea de que nuestro gato se ha hecho mayor, a partir de ahora, debemos de adaptarnos a su nueva condición: Tener un gato senior es lo mismo que un abuelo en casa y tenemos que prestar mayor atención a determinados cambios que en él pueden aparecer:

  • Aumento o Disminución de Peso: Relacionado o no con un aumento/disminución de ingesta de comida. Cambios alimenticios. Síntomas digestivos como vómitos o diarreas.
  • Falta de Higiene: Va a haber una disminución en su higiene personal:  dedican menos tiempo a lavarse a si mismos, esto tiene relación con la existencia de dolor en la boca o en alguna articulación. Por eso su pelaje suelen ser menos lustroso comparado con un gato joven.
  • Cambios en su Movilidad: Duermen más…hay un descenso notable en su actividad física. Pueden seguir jugando, pero cada vez será menos frecuente y con menor intensidad. Ya no salta tanto como antes o ha dejado de subirse a todas partes  o cuando lo va a hacer…duda antes de dar el salto.
  • Mal aliento: Con el edad los gatos suelen padecer más problemas dentales, que les suelen afectar a la hora de comer y a causarles dolor.
  • Cambios de Comportamiento: Pierden oído, visión y olfato, lo que los hace a veces ser más torpes o prestar menos atención por las cosas. Otras veces, vemos que maullan de forma especial por las noches. Buscan la tranquilidad y les puede resultar irritante si se les molesta sobre todo si hay animales jóvenes en casa con ganas de jugar o nosotros demasiado agobiantes; hay que respetar sus horas de descanso. No es nada recomendable traer a casa un joven compañero nervioso para nuestro gato mayor.
  • Otros síntomas: Existen otros muchos síntomas que ya tienen relación con una enfermedad concreta, es por eso que ante la aparición  de cualquier síntoma o cambio, lo consultamos con un especialista.

¿Qué debemos hacer?

Si has observado algún cambio en tu gato, debes de llamar a tu veterinario y pedirle cita para su «Primer Control Geriátrico «

A partir de ahí, las revisiones deben de pasar de ser anuales a semestrales, de esta forma se podrán establecer unas buenas referencias y se podrán detectar problemas a tiempo, antes de que sea más complicado (…y caro!) poder hacerles frente.

En que consisten estas revisiones:

Cada clínica veterinaria tendrá su propio plan particular, pero a modo general, debe de incluir:

  • Historia completa del gato
  • Explotación física exhaustiva 
  • Análisis de sangre
  • Análisis de orina
  • Toma de presión arterial
  • Estudio por imagen: radiografía o ecografía
  • Control específico de cualquier enfermedad o alteración que se haya detectado anteriormente y esté ya bajo medicación.
  • Recomendación nutricional.

 

¿Cómo hacerle la Vida Mas Feliz?

Cumpliendo con las revisiones al veterinario y dándole los tratamientos que necesita, recuerda que un gato senior es como tener un abuelo en casa.

Aportarle una correcta alimentación, de alta calidad, en función de sus necesidades (Hablaremos de esto más adelante en un nuevo post) y un suministro fresco y abundante de agua.

Volver a jugar con él… lo que hará que se mantenga en forma tanto física como mentalmente. Al menos 15 minutos al día. Los juegos de inteligencia o caza, son los mejores y más estimulantes. ¿Cómo Jugar con tu Gato?

 

Evitar situaciones de tensión o estrés para él, respetando sus horas de descanso y no molestándole.

Facilitaremos su descanso aportándole lugares cómodos de fácil acceso, en un ambiente tranquilo, cerca de algún radiador ( en caso de invierno) y proporcionándole una superficie mullida y suave para que no se resientan sus articulaciones.

 

Cepillarles con regularidad para quitarle el pelo muerto que pueda tener y así evitar que pueda ingerirlo cuando se esté acicalando. Es el momento idea para vigilar el estado de su piel y pelo. Además, aprovecharemos para limpiarle las orejas y los ojos. Podemos llegar a crear que este momento del día sea muy placentero para él ( y para nosotros), reforzando nuestra relación y nuestro vínculo de amistad. Prestándole en exclusiva toda nuestra atención y cariño, aportándole a mayores masajes y cariño.

Ser mayor no es nada malo…

representa la parte final de un camino que hemos compartido juntos,

y es ahora cuando realmente nos necesita…y es ahora cuando debemos demostrarles el cariño que sentimos hacia ellos.

 

Si te ha gustado este Post, compártelo! para que otros tengan la oportunidad de leerlo.

 

 

 

 

Comparte :
Entrada anterior
Cómo meter al gato en el transportín… y no morir en el intento
Entrada siguiente
Breve guía para alimentar bien a un gato esterilizado.

Entradas recientes

Menú